Júpiter, el planeta más grande de nuestro sistema solar. |
Su composición es muy curiosa puesto que no tiene una superficie sólida que pisar.
Si una nave quisiera llegar a Júpiter, se encontraría solamente con gas. A medida que la nave hipotética va avanzando hacia el núcleo, se encontrará con que el gas comienza a ser cada vez más denso, hasta que en algún momento éste se encontrará en estado líquido. A diferencia de la Tierra, cuya atmósfera y superficie tienen una separación clara, en Júpiter la superficie líquida y su atmósfera están "unidas".
Es ésta la razón por la cual no podríamos aterrizar en Júpiter aunque lo intentáramos.
De izquierda a derecha: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. (Fuente) |
La mancha roja de Júpiter
La Gran Mancha Roja de Júpiter (Fuente) |
Para mencionar un hecho curioso sobre el gigante gaseoso, esa característica mancha en su superficie tiene nombre: es la Gran Mancha Roja, o GMR. Sí, así de creativa es la comunidad científica a la hora de poner nombres. Ésta es, de hecho, una tormenta, provocada por los rápidos vientos en la atmósfera/superficie/cosa de Júpiter. Se cree que esta tormenta lleva 300 años sucediendo, y que tiene vientos de hasta 400 km/h. Gira en sentido contrario a las manecillas del reloj y tiene el doble de tamaño de la Tierra.